Nuestro criadero se encuentra ubicado en una parcela de 2.800 m2 en el término municipal de Ciudad Rodrigo, Salamanca. Mamariga da nombre a esta parcela y a la vez es nuestro afijo para la crianza, en recuerdo al barrio de pescadores de la aldea de Santurce (Vizcaya), donde yo mismo me crie y residí durante 30 años y allí fue, donde tuve mi primer encuentro con un Mastín del Pirineo.

 

Uno de tantos domingos en los que, junto a mi padre, y siendo yo un crío de unos 8 años, paseaba por el puerto pesquero de Santurce. En uno de esos barcos pesqueros, llamó mi atención un gran perro blanco y negro que, situado en la proa del barco, observaba su entrada a puerto. Tuve la oportunidad de tocarlo, achucharlo… admirarlo. Supe en ese instante, que la raza conocida como Mastín del Pirineo formaría parte de mi vida tarde o temprano.

 

Consciente de que era una raza que requería amplio espacio de habitáculo para poder vivir con dignidad, no fue hasta 30 años después de aquel encuentro con ese magnífico animal, en el año 2008, que, tras emigrar de mi pueblo natal junto a mi mujer y mis hijos, decidí introducir un meloso del pirineo en nuestras vidas.

 

A día de hoy, en Mamariga contamos con 9 adorables Mastines del Pirineo: cinco hembras y 4 machos. Nos dedicamos a la cría selectiva y para ello, recorremos miles de kilómetros al cabo del año, para conocer personalmente a los mejores sementales y decidir así, cuál será el idóneo para nuestras reproductoras y siendo fieles siempre, a que nuestros cachorros cumplan lo máximo posible el estándar de la raza.